lunes, abril 18, 2005

La elección del Papa, un acto meramente humano

Los grupos religiosos, al ser instituciones humanas, son propensos a cometer dominación, control y manipulación de sus asociados como ocurre en cualquier sistema político, con la salvedad de que la religión cuenta con el bono de la fe.
Si en política el Estado es quien controla el monopolio de la fuerza, debe entenderse que el plano espiritual, las Iglesias administran el monopolio de la fe.
Resulta de mayor alcance este último, toda vez que el feligres, socio o integrante de alguna secta* (incluido el catolicismo)acepta las decisiones y los comandos de la jerarquía sin interpelar, ya que toman caracter de divinas, y así lo hacen ver los líderes religiosos.
En esta dinámica, a nadie le es oculto que la elección del nuevo Papa, es una selección entre humanos, si bien con ciertos rasgos de democrática o representativa, pero que derivará en un análisis material de las conveniencias de elegir a tal o cual pontífice.
Finalmente se está eligiendo a un gobernante de un Estado-Nación.
Pero la alta jerarquía católica intenta, y lo hace bien, mostrar el hecho como una revelación divina, un acto providencial en donde Dios pone su dedo sobre el elegido y por ese votan los cardenales.
No dudo de los milagros divinos, ni de las revelaciones de Dios, pero si ese fuera el caso, no habría necesidad de que un grupo selecto de personas se encerrara en un cuartito a decidir quién es la mejor opción.
La Biblia da claros ejemplos de cómo se designaban a los reyes o patriarcas del Pueblo de Dios. Una auténtica revelación divina llegada a un hombre, generalmente profeta, que ungía al elegido.
Hablo de la elección del Papa como un acto meramente humano --válido por cierto-- porque es lo que la industria de la información nos ha atiborrado en los últimos días. Pero no es el único lugar en donde ocurren estos actos de manipulación de la fe.
Ejemplos de iglesias no católicas donde los liderazgos se definen al arbitrio del ministro en turno o por conveniencias familiares son historias de todos los días. Cualquiera se habrá enterado de la designación de un ministro, porque se casó con la hija del dirigente y así.
En todos los casos valido el método, finalmente quien o quienes están al frente de una organización deben buscar a las personas más convenientes, o moralmente adecuadas, para sucederlos, apoyarlos o para dirigir la empresa, pero que no se quiera jugar con la inteligencia de las personas, habitantes del mundo, con la idea de que fue una designación divina. Dios en su momento emitirá su comentario.


*SECTA:
1. 1. f. Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica.
2. f. Doctrina religiosa o ideológica que se diferencia e independiza de otra.
3. f. Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.

No hay comentarios.: